miércoles, 27 de febrero de 2008

Metamorfosis

Espero Kafka algún día me perdone, él sabe que realmente quería terminar ese libro... pero en verdad, no pude =(
No sé como le hacía el protagonista del libro, porque en verdad, como duele cambiar!! siento como mi piel se abre para que el nuevo yo vea la luz, este molde ya no puede contenerme más, ya no aguanto, no me gusta y lo que es peor: ya no me queda.
Vivir limitado no es lo mio, no es vivir.
He tomado una decisción y espero no equivocarme otra vez... eso también duele, per correré el riezgo y me lanzaré de nuevo tomando en cuenta lo que aprendí la vez pasada.
Me voy, y sé por qué me voy... ya lloré mucho, ya hice llorar demasiado.
No sé cual será mi nueva piel, si tendré cuernos o alas para volar, pero seré más yo, porque el que soy ahora ya me representa ante mi mismo, la imagen que proyecto no es la mia y, para ser honesto no me gusta.
Tengo miedo, mucho miedo.
Espero no convertirme en un monstruo.

martes, 5 de febrero de 2008

Como un grano de arroz...

Tan simple como eso; un sencillo y común grano de arroz. Nada que ver con la analogía Bíblica de la semilla de mostaza o un grano de arena en el desierto... pero bueno, a veces pienso que no somos sino más que eso: un simple elemento común en medio de un enorme contenedor repleto de similares.
Ya lo sé, algunos son un poco más almidonados, otros un poco menos ligeros y el resto jamás pasarán de una simple paella... y sin camarones.
Vivo en bowl -uno muy bueno- en el que los ingredientes convergen conmigo a cada momento, eso no es una tarea fácil, pero bueno, es el precio que hay que pagar por vivir en sociedad... algo así como los impuestos o los antiguos tributos.
El caso es que la convivencia diaria siempre trae problemas. No todos son moneditas de oro ni una cobija caliente en una noche fria... pero bueno, tampoco soy un frutsi de mango en el kilómetro 112 de la carretera San Luis Rio Colorado- Puerto Peñasco.
Me castra la zanahoria y el estúpido de su amigo, el chícharo ése que se cree mucho solo por el hecho de ser verde y redondo. O los espárragos de enfrente que se creen muy muy porque estudiaron en esa universidad privada.
Hace días hablé con un grano de arroz interesante, él vivió en Celaya, una ciudad pequeña en la que se limitó un poco, algo así como un plato de arroz a la mexicana en el que todos parecen estar pintados hasta el tuétano (sí, tenemos tuétano) Pintados por el mismo puré de tomate y sazonados por el mismo caldo de pollo artificial.
Fue muy interesante escucharlo a pesar de ser un grano joven, sé que es un buen grano de arroz, aunque muchas hortalizas, como a mi, no lo quieran en su guisado.