jueves, 4 de septiembre de 2008

Lo suave de lo duro

Olvidé que vivo en el DF, pero no, no piensen mal.
Es sólo que, últimamente, la sección donde suelo poner en práctica las poco más doce Teorías de la Comunicación que vi en la universidad, se ha vuelto eso: el lado blando de las noticias duras.
Martí, Vargas y muchas familias más, lloran la ausencia de sus seres queridos, víctimas todos de quienes aman el dinero fácil.
Investigar sobre ellos, indagar en quienes les conocen, hacer preguntas que remueven sentimientos, todo eso es trabajo de los reporteros de Hard News, entonces, ¿por qué enviar a quienes hacemos entrevistas y notas rosas de cumpleaños, exposiciones de arte y generosas ventas filantrópicas?
Bueno, el fenómeno es simple; nuestras queridas fuentes de información (empresarios, socialités, filantrópicos y muchos más) son ahora, también fuentes-monetarias- de los secuestradores.
Se dice que, en el caso Wallace, la policía encontró revistas de sociales y periódicos en la casa de seguridad, donde se supone tenían al empresario.
Bueno, quizá también ellos tienen gusto por los artículos y crónicas que escribimos, después de todo, es aspiracional no? Una teoría más de la Comunicación que se afirma con el paso del tiempo.
En la maratónica cobertura de marcha, fue todo como pensé; gente de verdad comprometida con la causa, solidaridad de algunos empresarios, vendedores de playeras y gorras de la manifestación y la ausencia políticos y autoridades.
"Secuestraron a mi tía hace 4 años, sabemos quien fue, ese señor trabaja ahora en al delegación fulana, no sé como le dieron trabajo si ya se sabe quien es y lo que hace", me decía una chica de 2o años, mientras sostenía una pancarta con la imagen de su tía.
"Se llevaron a mi hija, fue su novio y su mejor amigo, pero las autoridades no han hecho nada por rescatarla", dijo "Salchichita" una payasita, cuya manera de manifestarse fue de las más originales, al igual que la de "Palito", su esposo, también payaso.
Fue un foro abierto a la expresión pública, un espacio para alzar la voz, reclamar, exigir. "Pónganse a trabajar, hagan algo cabrones!", con eso resumo las voces de casi todos los ahi presentes, y la mía.
En fin, tras recibir varios mails y llamadas a redacción con algunas felicitaciones y palabras de aliento (sin olvidar frases como; "por favor no insistan", "no diremos nada" o "déjenos tranquilos") mejor sigo con mi trabajo, restrinjo mi facebook y leo la edición anterior de Gente (la revista).