viernes, 27 de febrero de 2009

Más allá... mucho más

De niño pensaba; no hay nada como el pay de limón... me encantaba!, bueno, aún no conocía el pan de coco con frutas tropicales de Cartagena.
Cuando fui a las barrancas de Nuestra Señora del Mineral, en Sinaloa, medité: wow! cómo un río esculpió toda esa roca!, mejor no describo lo que sentí cuando estuve de frente al Gran Cañón, en Arizona.
El punto es que la capacidad de asombro es maravillosa, vivimos cada día nuevas experiencias que nos marcan, algunas más, algunas menos, pero todas dejan al menos un leve signo que les hace indeleble en nuestro ya remarcado libro de la vida.
Escuché cantar a Elton John durante más de hora y media, y a sólo dos metros de mí, en uno de los escenarios más espectaculares que he visto en mi vida. Eso fue inolvidable.
Mi hermana me regaló un sobrinito hermoso, sano y con el pelo rojo, por ahora planeo el viaje más largo y esperado de mi vida, y apenas está por estrenarse el tercer mes del año.
Sé que vienen cosas mejores, cosas que me sorprenderán y que superarán por mucho las ya vividas, sin que eso signifique olvidar las cosas buenas del pasado.
Tengo un saco lleno de buenos recuerdos, pareciera que no cabe uno más en él, pero, por arte de magia, aumenta y aumenta su tamaño con el paso del tiempo, creo eso es la esencia de la vida.
Sigo disfrutando del modesto pay de limón y de los paisajes de mi tierra, pero si un poco más allá de mi contexto hubo cosas que sorprendieron y maravillaron a mis sentidos, no puedo esperar pacientemente por lo que viene, por lo que la vida tiene para mí, en el camino que yo mismo me he trazado.
Pd. Gracias a todos por su apoyo y las llamadas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre lic, un placer leerte, conocerte.